El panteón de los 700 héroes militares de Cuba y Filipinas languidece olvidado en la Barcelona de Colau
El panteón de los héroes de las guerras de Cuba y Filipinas, en el cementerio municipal de Les Corts de Barcelona, acoge los restos mortales de más de 700 caídos en ambas contiendas. Militares que llegaron malheridos desde las antiguas colonias hasta hospitales de la ciudad y que no se recuperaron de sus heridas. Los nichos se encuentran actualmente en un pésimo estado de conservación, como muestran las imágenes obtenidas por OKDIARIO. Una situación que ha soliviantado a los militares que lo han visitado recientemente, que recuerdan que «esto no ocurre en ningún país del mundo».
En 1898 España perdió Cuba y Filipinas. Aquel Desastre del 98, que luego inspiraría a una de las más prolíficas y brillantes generaciones literarias de la historia española, tuvo un enorme coste económico, político y humano. Una avalancha de buques procedentes de ambas contiendas arrojaba en los puertos españoles a miles de marinos y soldados malheridos. Ese flujo se concentró en grandes ciudades con capacidad hospitalaria para acoger a los heridos y tratar de salvarles la vida. Y una de las principales ciudades fue Barcelona. Muchos no sobrevivieron.
Hoy en día pocos barceloneses saben que una gran parte de aquellos héroes militares que vivieron en sus carnes el desmoronamiento final del imperio de ultramar español descansan en uno de los cementerios más conocidos de la ciudad. El de Les Corts. Lo hacen en el panteón militar que construyó para tal fin el Ayuntamiento de Barcelona en 1897, coincidiendo con aquella avalancha de heridos.
No se trata de un panteón de nichos sin más: su arquitecto fue Pedro Falques, el mismo que diseñó las actuales farolas del paseo de Gràcia o el edificio que alberga el mercado de Sants. Iconos hoy en día de la arquitectura de Barcelona. Pese a su enorme valor patrimonial e histórico, parte de la estructura del panteón militar, especialmente la de los nichos, se encuentra en pésimo estado de conservación.
Estado ruinoso
Tal y como muestras las imágenes que acompañan a esta información, los pilares de los nichos están desconchados mostrando el ladrillo crudo de la construcción original. Además, pueden verse roturas y desgaste en las placas donde figuran los nombres de todos los allí enterrados. Cada nombre y apellido va aparejado a un número, que corresponde al nicho de sus restos. Los destrozos no pasan desapercibidos para los escasos visitantes que acceden a este lugar, al que se accede desde unas escaleras y que protege una valla metálica no siempre abierta al público.
Han sido varios militares y aficionados a la historia militar quienes han dado la voz de alarma sobre el estado del panteón. De hecho, tal y como ha sabido OKDIARIO, incluso se ha elevado una queja por escrito ante el Ministerio de Defensa advirtiendo de la situación de esos nichos. Hasta el momento, explica el autor de esa queja, nadie le ha contestado. Sin embargo, Defensa poco puede hacer ante esa situación, ya que las instalaciones son municipales y su mantenimiento y conservación dependen del Ayuntamiento de Barcelona, en manos de Ada Colau (Podemos).
Cementerios en el olvido
Hace apenas una semana, OKDIARIO informó del inicio del desmantelamiento de los cementerios militares de los peñones de Alhucemas y Vélez de la Gomera. Dos enclaves españoles en la costa norte de África que Marruecos reclama como propios. Eso ha provocado algunos recelos, ya que fue similar a lo que ocurrió con los cementerios del Sahara justo antes de la Marcha Verde y la retirada militar.
El Ejército, sin embargo, indica que el motivo que hay tras la retirada de esos restos y su traslado a Melilla es el mal estado en el que se encuentran las instalaciones. Corren peligro de derrumbe y de que los nichos terminen flotando en el mar.
No se trata de una situación nueva. Son muchos los militares y aficionados a la historia militar que advierten que los cementerios militares en España son una asignatura pendiente.
En España, a diferencia de otros países, no hay grandes cementerios militares que guarden los restos de sus héroes y militares caídos en el campo de batalla. El más famoso del mundo, el de Arlington (Washington, Estados Unidos), alberga a 320.000 fallecidos. También hay otros ejemplos como el de Gettysburg, el de Colleville-sur-Mer (Normandía, Francia) y el de Fort Rosecrans (San Diego, California), donde descansas los fallecidos estadounidenses en la guerra del Pacífico.
Lo más parecido que hay en España no está dedicado ni siquiera. En Cáceres, a poca distancia del Monasterio de Yuste, hay un cementerio alemán que alberga los restos de militares germanos fallecidos en la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Desde aviadores accidentados mientras sobrevolaban las tierras de Castilla hasta marinos cuyos buques fueron hundidos por los aliados en aguas de Murcia. Está cuidado y mantenido con pulcritud. La canciller alemana Angela Merkel lo visitó recientemente.